@AmaiaMontero e @ifilosofia, la increíble historia del hombre que recopilaba frases:

1. "No hay prepotencia más ridícula que la que se destila de la creencia de que recopilar talento ajeno es un talento" Jorge Luis Borges

Creo que las frases célebres son el equivalente a la lectura de un libro para aquellos que no tienen la suficiente voluntad para leerse uno.

Los recopiladores de citas célebres que pululan por Twitter venden un producto que te hace sentir profundo, espiritual y en comunión con lo que te rodea. ¿Es eso malo? Para nada, pero dura unos minutos. Luego se olvida. Haced una prueba: leed 15 tuits de alguna de esas cuentas que recopilan sabiduría ajena y 2 horas después preguntaros: ¿cuántas citas recuerdo? ¿han cambiado mi vida? ¿estoy más cerca de Dios? ¿han mejorado al menos la relación con mi suegra? La respuesta es no. ¿Y no os sentís un poco sucios después de emocionaros con algo que habéis olvidado?

Las citas célebres son la forma más barata, rápida e insustancial de "culturizarse". Una especie de masturbación intelectual en la que, para cuando has encontrado el papel higiénico, ya ni te acuerdas de  lo que te llevó al climax.

Hay periodistas noruegos que afirman que Breivik se compró y ventiló "El Alquimista" la noche antes de la matanza de Utoya. Siendo sinceros yo también habría desencadenado una catástrofe similar si me hubiese leído semejante bodrio de un tirón, pero no nos desviemos del tema, mi teoría es que uno no se hace mejor  persona por leer frases sueltas o libros de filosofía mainstream, aunque te puede servir para ligar con  una afiliada de las NNGG (resulta sorprendente ver la cantidad de cachorras del PP que siguen a @ifilosofia , @miabuelasabia y otras cuentas similares) o con una chica con el tejido cerebral afectado por una excesiva exposición a rayos UVA.

Mi teoría quedó confirmada cuando un usuario de Twitter , que se dedica exclusivamente a recopilar gemas de talento ajeno, demostró no ser capaz de predicar con el respeto, la educación y la paciencia que pregonan los autores reales de todas las citas célebres que tuitea.

Y es que es muy fácil escribir :

pero ay amigo, cuando te levantas por las mañanas y desnudo, te miras al espejo del baño y compruebas la realidad, no queda otra que mearte en las frasecitas de las galletas de la suerte de restaurante chino del extrarradio, tomarte el café y salir a trabajar (eso si tienes trabajo).

2. "Si vas a ser original, prepárate para ser copiado" ( ¿@Amaia Montero? ¿@ifilosofia? No, @miabuelasabia ), comienza el espectáculo.

A la mayor o menor calidad de la "filosofía" que transmiten estos recopiladores debemos sumar la circunstancia  de que esas citas que comparten no son suyas,  de modo que su única función es la de buscarlas y copiarlas en su TL. Son  una especie de Década Prodigiosa New Age del Twitter...

Y es así precisamente como empezó todo. El día 17 de Octubre colgué esta recopilación de tuits de @AmaiaMontero:

Me resultó chocante comprobar que la chica se dedicaba a copiar tuits de otros usuarios que a su vez los copiaban de otros usuarios y estos a su vez de otros en un bucle infinito de filosofía nivel "frase para estado en el Messenger",  que no te servirían ni para dar conversación a una  presentadora borracha de call-center de madrugada. La cuestión es que Amaia no hacía nunca RT, se limitaba a copiar las frases y a ponerlas tal cual. Observad que la recopilación de tweets copiados es del día 15 de Octubre, la hice en 20 minutos, no tuve que investigar ni ponerme a escarbar en su TL, la chica lo copiaba TODO (y sin citar autor), salvo informaciones de sus conciertos y otras excepciones poco frecuentes. Podría haber cogido cualquier otro día y el resultado hubiese sido el mismo.

Horas después de tuitear la recopilación, dos o tres usuarios me informan de que es  @ifilosofia (un usuario con casi 2 millones de followers)  quien lleva la cuenta de @AmaiaMontero aunque yo no termino de creerlo.  Destaca uno muy ofendido que levanta mis sospechas y que se enzarza conmigo y con todo el que osa criticar a la cantante vasca , su nick es @Profesor4:

 y que tras confirmarme también que @ifilosofia lleva la cuenta de @AmaiaMontero:

 nos muestra una extraña concepción de la legislación en redes sociales:

o intenta hacernos creer que todos sus tuits provienen de una fuente anónima cuando no es así  (y en el caso de que lo sea ¿qué sentido tiene que gestiones las cuentas de @ifilosofia y @amaiamontero y pongas los mismos tuits en los dos perfiles?)

También tiene tiempo para demostrar  sus preferencias políticas (y de paso su altura intelectual):

Nos da una demostración de modestia:

Se zambulle en el esperpento actuando de chivato para Cristina Cifuentes, delegada del Gobierno de Madrid:

Comienza a liarse un poco con el concepto de "plagio" y confirma lo que todos pensamos:

Y definitivamente pierde los papeles y pone el listón del ridículo a un nivel inalcanzable:

3. "Tened el valor de equivocaros y aún mas importante,  la decencia de rectificar." (Hegel)

Horas después y gracias a la colaboración de @lwtuaznar (sin el que por cierto, hubiese sido imposible este post pues recopiló casi todos los tuits ¡mil gracias!) confirmo las sospechas a través de Klout: el tal @profesor4 no es otro que Francisco Olmos, es decir @ifilosofia:

(Actualizado 11 de Noviembre) Este tweet (en caché) lo acaba confirmando con sus propias palabras:

Cuando le digo a @profesor4 que conocemos su identidad niega lo evidente y ya no vuelve a contestarnos.
Al día siguiente @ifilosofia me manda el tuit que me lleva a escribir este post:

De una forma chusca y amenazante, me da 24 horas para eliminar el tuit en el que "publico su identidad" pese a que en Diciembre del año pasado el ya la reveló en la SER:

Las 24 horas ya han pasado y no ha ocurrido nada. Bueno si, que @profesor4 ha borrado todos sus tweets y que @ifilosofia parece haberse arrepentido porque ya se toma la molestia de mencionar a los autores  de sus tweets.