jueves, 17 de septiembre de 2015

UN POST ESCRITO UN JUERNES, SEIS AÑOS VENDIENDO HUMO

Trabajé durante 4 años en una agencia de Social Media. Durante ese tiempo pude dilucidar cuales eran los 4 problemas esenciales e insalvables del mundo del marketing en redes sociales:

1) EL PÚBLICO OBJETIVO: 

Sólo hay tres tipos de personas que se hace fan de una página de quesos, seguros, ascensores o lavadoras en Facebook:

1) un sociópata
2) un cretino semisubnormal
3) el director de marketing de la marca de la página

Con frecuencia los tres tipos se mezclan o resulta imposible distinguirlos. El mundo está lleno de cursis, horteras y amantes de los "Buenos días", los "¿Te lo vas a perder?" y los "Por fin viernes". Pensad en esto: cada lunes, en Twitter, se alcanza trending topic con el hashtag #FelizLunes , ¿no os da auténtico miedo?, 


Vivimos rodeados de de tontopollas, de cretinos, de LOCOS, la psicopatía de la normalidad inunda nuestras vidas. Ante este vendaval de miseria humana el Community Manager sólo tiene dos opciones: el suicidio o el contagio. Desgraciadamente pocos optan por lo primero.

2) EL COMMUNITY MANAGER:

Tenéis que creerme, no hay profesión más espantosa que la de Community Manager (CM). Así, a grandes rasgos, podemos resumir la labor esencial del CM en un descenso diario, largo y angustioso a los abismos más recónditos, oscuros y tenebrosos del alma humana. Digamos que preferiría trabajar de chapero en la capital del ISIS que llevando el Facebook de Ausonia. 





3) EL CLIENTE ( LAS MARCAS):

En el fondo, el pobre CM sólo cumple órdenes, órdenes de las marcas. Esas son las verdaderas culpables. En las redes sociales eran, son y serán timoratas y mantienen una vocación irremediable de intrascendencia. Las marcas, en España y salvo escasísimas excepciones, están en la red porque les han obligado los nuevos tiempos, se sienten como ese padre que acompaña a su hija a un concierto de Justin Bieber.

4) LOS GURÚS DEL SOCIAL MEDIA:

 No os engañéis, en España GURÚ quiere decir "el primero". Salvo honrosas excepciones, el GURÚ representa como nadie la esencia de la mediocridad: el triunfo de la cantidad sobre la calidad.


Muchos se hacen bloggers, muchos van a eventos, muchos ofrecen un contenido de mierda, muchos son entrepreneurs, muchos son tratados como dioses por las marcas, pocos pierden la virginidad antes de los 25. En los años 80 esta gente habría vivido con sus padres hasta los 60, hoy muchos ganan el triple que tú vendiendo humo a los gilipollas. Y otra cosa no, pero en España hay gilipollas para dar y tomar.
Capitanean una revolución imparable desde 2009 hasta la actualidad, que consiste básicamente en decirte lo mismo que te decían hace 6 años pero usando ahora 12 redes sociales diferentes. 

No os perdáis mi proximo post: "Tuitstars especializados en política: cretinismo egomaniaco y todología esquizoide".
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